¿Cómo negocia el precio de la vivienda? ¿Qué factores deben tenerse en cuenta? ¿Cuánto se puede reducir el precio? El hecho de que tenga una ventaja no significa que pueda garantizar el éxito de la operación. Al enviar una oferta, es necesario considerar un conjunto de criterios que a continuación te mostramos:
¿Cuánto puedo gastar y cuánto tengo?
Tienes que traer lápiz y papel. ¿Cuántos ahorros tengo y puedo contar con la ayuda financiera de mis familiares? Si he invertido dinero, ¿puedo canjearlo?
Todo esto debemos tenerlo en cuenta al momento de iniciar cualquier tipo de negociación por una vivienda. Así podrás conocer cuáles son tus límites y de qué manera actuar.
¿Tengo disponibilidad de financiamiento?
Ya sabes cuánto dinero tienes, ahora es necesario ir al banco para saber cuánto financiamiento estás dispuesto a brindar. Es importante recordar que los bancos de hoy casi no brindan financiamiento para una gran parte de las operaciones. De hecho, este control de la financiación suele conducir a precios de venta más elevados.
Haz un análisis de mercado
Ya tienes un presupuesto para empezar, por ejemplo, si estás buscando casa en Antofagasta, centra tu búsqueda en la zona en la que quieres vivir. El mercado inmobiliario de Chile es muy amplio y variado. Si no conoce el área, puedes delimitar mejor tu búsqueda.
Echa un vistazo a los portales inmobiliarios más reconocidos y podrás entender los precios habituales en la zona.
Si están demasiado lejos de su presupuesto inicial, es posible que deba buscar una casa en otro lugar.
Negociar no es regatear
Hemos confirmado la casa de nuestros sueños. Hora de pujar, hora de negociar. Es fundamental distinguir entre regateo y negociación. Comprar una casa no es como comprar una prenda de vestir.
Cuando se trata de un simple regateo, solo se considera el precio. Muchos otros factores también juegan un papel en la negociación, como las condiciones de pago, los plazos, si la casa necesita reparaciones, si el comprador está interesado en conservar ciertos muebles y su uso a largo plazo. Cuando las cosas solo giran en torno a los precios, habrá una confrontación sin ningún fruto productivo.
Ponte en manos de una agencia inmobiliaria
Contactar directamente a una persona específica es un error y una pérdida de tiempo. Mejor entrégate a los profesionales del sector inmobiliario. La agencia inmobiliaria es muy puntual, si hay novedades debe avisarle a tiempo, e incluso le puede orientar a la hora de cotizar
Si una persona vive en una casa, esto puede ser una tortura porque se sentirá incómodo cuando mires los armarios y cajones. Además, cuando hagas una oferta, si la oferta es muy agresiva, el agente te avisará y te señalará hasta dónde puedes negociar.
El papel de los agentes también es muy importante, porque los agentes dejan de lado las emociones personales al momento de los negocios. Si compramos solo por necesidad, los autos de alta gama no se venderán. Bastan utilidades simples para moverse de un lugar a otro pero así no se mueve el mercado.
Por tanto, el intermediario será más objetivo a la hora de buscar un precio de compra-venta razonable. Los buenos agentes esperan que la negociación entre las dos partes sea lo más justa posible.
Para negociar tiene que haber dinero de por medio
Al igual que en una subasta judicial, se debe abonar un depósito, y para iniciar las negociaciones debe haber dinero. Para que tanto el agente como el vendedor vean que hay un interés real en la casa, generalmente se envía una señal. Y este depósito debe aparecer en el contrato, que estipula que se trata de una reserva reembolsable, y si no hay acuerdo con el vendedor, el dinero se devolverá al comprador.
Si interviene una agencia intermediaria (como una inmobiliaria), suele actuar como custodio del importe para que no haya problemas a la hora de regresar más tarde este dinero.
Los precios de los particulares son más elevados
Por lo general, cuando el comprador fija el precio, usualmente determina una cantidad mayor que su rendimiento esperado real. Porque en un mercado como el actual, el precio está oscilando, por lo que el comprador pedirá una rebaja de precio casi segura.
Muchas personas son reacias a trabajar con agentes inmobiliarios porque obtienen comisiones de las operaciones. Sin embargo, los agentes se manejan directamente con el mercado y saben cómo fluctúan los precios, por lo que la cantidad de propiedades que anuncian no suele estar lejos de la realidad. Además, la comisión del agente nunca la paga el comprador, sino el monto o porcentaje acordado entre el agente y el vendedor.
Averigua la urgencia del vendedor
Actualmente, cualquiera vende una propiedad porque necesita el dinero. Cuanto mayor sea la urgencia de los propietarios de vender sus viviendas, mayores serán sus posibilidades de aceptar la oferta.
Valora el estado y la ubicación del inmueble
Es importante inspeccionar la casa en detalle. De la misma manera, es necesario evaluar si este apartamento necesita una reforma profunda, si hay ascensor, si hay escuela, hospital o farmacia cerca. Todos los factores aumentan o quitan valor a la casa.
Si es la casa de tus sueños, no eches la vista atrás
Como comprador, es muy probable que una vez que acepte la oferta, sienta que podría haber intensificado la negociación con el vendedor. A su vez, esto le hará sentir al propietario que no debería aceptar tal oferta.
Como comprador, si esta es la casa que siempre has querido, donde deseas vivir, no merece la pena obsesionarse. Ya tienes una casa, ahora empieza a disfrutarla. No olvides echar un vistazo a nuestro curso de corretaje de propiedades y conviértete en un experto en el sector inmobiliario.
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